¡Buenas noches!
He de confesar que siempre he sido y sigo siendo una chica muy vergonzosa. Nunca he tenido iniciativa propia para quedar con un chico, y en muchas ocasiones me arrepiento de eso.
Quiero dejar claro, que con este blog lo que quiero expresar son mis sentimientos. Creo que desde el anonimato es una buena manera de abrirme al mundo (ni mis propias amigas saben que este blog existe).
Me quedé contándoos que me fui con O. "A donde Cristo perdió el mechero" (sí, soy fumadora), no?
Pues cuando me dijo "la gente me agobia", he de reconocer que ¡me acojoné! soy muy desconfiada de las personas, y a no ser que la conozca mucho, me cuesta, pero de siempre.
Fuimos a una playa, pero con tan mala pata que había bandera roja, y a mí entre que la playa ni me va ni me viene, y la bandera... le dije de dar una vuelta. Me dijo que sí.
¿Dónde pensáis que fue la vuelta? Pues en un descampado, que sólo había tierra y plantas, mi cabeza ya me decía: "Cuidado, te viola, te viola jajaja". Fui a abrir la puerta del coche, y me dijo: "¿A donde vas?" y le contesté: "¿No vamos a dar una vuelta?". Su respuesta fue: "¿Porqué no nos quedamos hablando aquí?".
No vi nada de malo...
Empezamos a hablar y él tiró los asientos del coche hacia atrás, la cosa me olió un tanto extraña. Me preguntó que en qué pensaba, porque yo estaba demasiado callada. ¡No iba a decirle que me daba miedo!
Y tras intentar varias veces lanzarse y yo apartame me dijo: "Sabes, tengo novia... pero he quedado contigo para ver si realmente la quería...".
Eso me dolió en el alma, me sentí como un objecto sexual, no sé si vosotr@s lo veréis así, pero yo tenía una cara de gilipollas (perdón por la expresión), automáticamente le dije que por favor me llevara a casa, y eso hizo, pero hubo un gran problema. ¡La batería del coche murió! Yo no sabía donde meterme, me veía tan lejos de casa, y no sabía como volver.
Tuvimos que ir a una casa a llamar, y que por favor nos ayudaran. El hombre de la casa se nos quedó mirando con una cara, encima yo iba super despeinada (por culpa del viento) y pensó cosas que no debería de haber pensado. Me hizo conducir... ¡en mi vida había cogido un coche! Casi nos vamos a una acequia porque no podía controlar el coche... ¡un desastre total...!
Al cabo de la hora, llegué a casa, sin dirigirle la palabra. Me preguntó si estaba enfadada, le dije que no, pero sí lo estaba.
Al cabo de la semana, me lo encontré en mi urbanización, su novia vivía en los mismos apartamentos que yo, la mala suerte me seguía...
Hoy en día, hay veces que sigue hablándome, ya no está con la novia, que yo sepa, pero tengo claro... ¡que no quiero volver a verle nunca!
¿Os ha pasado alguna vez algo parecido?